Lo primero, gracias a todos por vuestros amables comentarios. En cuanto a lo que apuntas,
Maldoror, puedo asegurarte no solo que todas están hechas en Málaga, sino en el centro histórico. De hecho, los pies de foto, esos "416 m, 74 m" que mencionaba
Alberto son las distancias desde el lugar de las fotos al centro geográfico y neurálgico de la "almendra histórica", precisamente para señalar que derribos, portales nobles dejados de la mano de Dios, comercios arruinados o gente que vive y duerme en la calle no corresponden a otra Málaga marginal, distante y opuesta a un centro pujante, sino que
son el mismísimo centro (la "74 m" está a dos pasos del Thyssen) aunque obviamente no sea lo que sale en las revistas de viajes, sino lo que quienes vivimos aquí -yo en el centro del centro- vemos a diario en cualquier dirección que nos movamos.
Es comprensible que quienes vienen de fuera no puedan comparar el
antes y el
después pero es muy distinto para quienes llevamos bastantes años viendo la deriva de esta ciudad. Como muestra, cuando en 1981-82 se estaba elaborando el que luego sería el Plan General de Ordenación Urbana de 1983 recibí el encargo de hacer un registro fotográfico básico de una lista -que aún conservo- de edificios merecedores de "Protección Integral":

Esa lista incluía 160 edificios, pero cuando el Plan llegó a su redacción definitiva quedó reducida... a 37, la mayor parte arquitectura religiosa -con todo merecimiento- y algunos edificios emblemáticos: catedral, alcazaba, castillo, etc.

Quedó así fuera la mayor parte de la arquitectura civil y doméstica -hoy coto preferente de los fondos inmobiliarios-, parte de la cual pasaría a una segunda categoría, "Protección Arquitectónica" en distintos grados, que el tiempo reveló como papel mojado por interpretarse a conveniencia, como puede verse en la detallada cartografía (hasta 2011) elaborada por el geógrafo Anton Ozomek tras un cuidadoso trabajo de archivos y a pie de calle:

(Hay un GIF de 2' de duración,
aquí)

Referente a Málaga, Chueca Goitia escribía en
La destrucción del legado urbanístico español (1977) que con las reformas del siglo XIX "
El centro se fue convirtiendo en un excelente modelo de ciudad burguesa equilibrada y de muy correcta arquitectura", y lo evaluaba como "
Grado de deterioro urbanístico: Grave (7/10)". Si esto era en 1977 cuando "solo" se habían destruido 136 edificios en la etapa predemocrática, a saber en qué grado calificaría el deterioro en 2011, con otros 418 edificios destruidos hasta entonces por alcaldías de ambos signos, y no digamos ya en 2025, cuando se ha extendido a las áreas aledañas al antiguo trazado de la muralla.
Y el caso es que el Centro Histórico de Málaga fue declarado en 2012 Bien de Interés Cultural (BIC), es decir, que tenía
en su conjunto el nivel más alto de protección existente en España, incoado además en 1985 por lo que desde entonces habría debido protegerse como medida cautelar, pero no fue obstáculo para que en esos años se siguiera destruyendo patrimonio urbano ya fuera por alteración, vaciado o puro derribo.
Hitos significativos de este proceso fueron la demolición en 2006 del silo del puerto haciendo oídos sordos a instituciones y colectivos que defendían el dar otros usos culturales, museísticos... a una sólida construcción de excelente estética, en la línea de lo que se ha hecho después en
otros sitios.

(Foto:
Nani Hernández)
O el dieciochesco
Palacio del Marqués de la Sonora -incluído en la primera lista y desaparecido en la definitiva- demolido íntegramente, salvo la fachada, para alojar un hotel diseñado, para más inri, por uno de los codirectores del PGOU de 1983, derribo que las instancias judiciales que desvelaron la ilegalidad del mismo no pudieron (?) evitar.

Con todo, siendo importante el aspecto patrimonial, fue solo el comienzo de lo que ha venido después: desaparición progresiva del comercio local, pérdida de calidad de vida, encarecimiento de la vivienda o incremento de gente sin techo (
una columna de ayer mismo). Nos suelen contar lo que el turismo nos ha dado, pero nos ocultan dos cosas: lo que nos
han quitado y que eso que nos ha "dado" ha ido a fondos inmobiliarios, constructores y hosteleros, no a la gente de a pie, que se limita a dar gracias por tener un trabajo de camarero de bar o de
kelly de apartamento turístico, mirar en el puerto los superyates y creer con ello que, bueno, somos el ombligo del mundo, que fíjate la gente que viene.
Con estos mimbres,
Chema, comprenderás que el título y las citas caían por su propio peso. También habría venido al pelo algo de Mumford (
La ciudad en la historia) sobre el incipiente capitalismo del XVIII ("
La demolición urbana y el reemplazo de edificios se convirtieron en uno de los principales rasgos distintivos de la nueva economía") pero habría sido demasiado.
En cuanto a las fotos en sí, entiendo que con la E-M5 II y el 12-40/2.8 Pro habría ganado en posibilidades por la variedad de focales y configuración y a veces me planteaba llevármelos, pero, por otro lado, las circunstancias -paseos cotidianos ligero de peso- no eran las mejores y además me fui enganchando a la idea de centrarme en lo que veía, más que en lo que llevaba, por no hablar de lo que a veces se ha comentado, que hoy nadie se extraña de ver hacer fotos con un móvil, y si llevas gorra y pones cara de guiri, mejor. Procesado, poco: corregir perspectivas salvo cuando me ha parecido más expresivo dejarlas caer (como la núm. 30 o "278 m" del fragmento de la muralla árabe "hormigonada" por el alcalde "para protegerla", dijo en su momento), y ajustar tonos para darle coherencia, como dice
Carles. En algún caso, como los murales, jugando un poco con la luminosidad y la saturación por bandas de color para enfatizar el blanco y negro resultante. Y ya está.