
Atención a lo que comentan en DSLR magazine, durante la prueba del 40-150 f2.8, acerca de la compatibilidad entre marcas m4/3:
..."supuesta" ventaja de compartir montura y tamaño/proporción de captor....
Muchas pruebas cruzadas de equipo y varias confirmaciones sinceras por parte de los ingenieros ópticos de una y otra compañía, desvelaron que dicha compatibilidad es tan solo parcial, dejando a cada marca el preciado secreto del procesado, donde a día de hoy se aplican sendas correcciones digitales en aras de minimizar las trazas ópticas sin encarecer el precio final.
Llegados a este punto podíamos ver –con cierto asombro– como un objetivo de alto rendimiento como el Panasonic Lumix GX Vario 12-35 mm f/2,8 ASPH. / Power O.I.S. o su versión en Olympus M.Zuiko Digital ED 12-40 mm f/2,8 PRO daban una calidad de imagen totalmente diferente al cambiar el cuerpo de cámara, y no hablamos de las lógicas pautas propias de captor –color, contraste, latitud, relación señal/ruido, etc– nos referimos a la aparición de ligeras distorsiones geométricas, aberraciones cromáticas o atisbos de viñeteo en las esquinas en las posiciones más angulares.
El problema caía hasta el momento sobre los usuarios, dado que bajo la promesa de una total compatibilidad entre marcas, las dos más activas del protocolo Micro Cuatro Tercios andan en plena competencia, con aceptación de una misma montura pero resultados diferentes de calidad a tenor del procesado exclusivo que se realiza entre cuerpo y óptica de la misma marca.
El panorama para los usuarios del protocolo quedaba por lo tanto así: ópticas fijas de calidad por parte de Olympus, objetivos zoom profesionales luminosos y sellados de Panasonic, con el inconveniente comentado anteriormente sobre la no total compatibilidad entre marcas.
Por suerte, ante la cerrazón del procesado exclusivo, ambas marcas han ido ampliando su abanico óptico, rellenando esos huecos que antes el usuario debía de adquirir en su competencia. Dado que la batalla sobre el firmware de cámara y procesado parece pérdida, nos parece un avance encontrarnos al fin con una serie de ópticas que cierren el círculo, pudiendo a su vez completar un sistema entero sin salir de la marca de nuestro cuerpo de cámara.
Se da la casualidad que me gustan más las cámaras de Olympus y los objetivos de Panasonic, así que parece que por definición, voy a tener que trabajar en condiciones "subóptimas". Vamos, que las marcas gustan de torearnos un poco (ya lo sabíamos), pero tiran piedras contra su propio tejado. Cuanto mejor funcione un sistema (en todo su conjunto), más fácil será para alguien adoptarlo.
Al final, parece que la marca más integra es Fuji. No solo tiene las ópticas perfectamente adaptadas a la montura (lógico), además da un soporte en forma de actualizaciones de software honesto y deseable.