Chemax escribió:La exposición estaba bastante bien, en ella se podían ver fotografías y alguna obra más relacionadas con la fotografía. Además de las obras que en general me gustaron, me impresionó su gran tamaño, la cantidad de fotografías que había y que muchas de ellas estaban retroiluminadas, y esto además me hizo pensar el pastizal y el trabajo invertido por el autor para hacer una exposición de este calibre, que además estaba comisariada por Fernando Castro Flórez.
¿Puedo preguntar qué te gustó aparte del tamaño y el montaje? Como a Carles, también me gusta ver exposiciones de fotografía de cualquier pelaje si me pillan a mano, lo que no es el caso de esta, desde luego

pero el título resulta atrayente. Normalmente, cuando voy a una exposición voy derecho a las fotos y dejo para después las informaciones y explicaciones que las acompañan pero, en este caso, al no poder verlas de primera mano ha habido que recurrir a esas fuentes alternativas.
Del vídeo de Fernando Castro no sé qué se puede decir, porque entre el meneo de cámara (ni los de
Dogma se atreverían a tanto

) y esos agudos comentarios de "
aquí tenemos una fotografía con este espacio en el que hay como veis un montón de relojes y algunos calendarios" (ya, ya, si ya los vemos), o "esas bombillas que han quedado como de una fiesta que
nadie sabe qué sentido tiene en medio de un pinar" (¿nadie? ¿y si el autor hubiera preguntado a quienes las pusieron?) no he pasado del primer minuto.
El segundo vídeo es otra cosa (al menos no hace falta Biodramina para verlo

), pero aquí la cuestión es otra. Admito que puede ser algo discutible, pero nunca he entendido muy bien que sea necesario explicar (¿o es
condicionar?) lo que
hay que ver en una fotografía. Por más que algunas imágenes expuestas sean realmente interesantes, que lo son (aunque puede que a ello también contribuya el tamaño de las impresiones), la verborrea del vídeo resulta fuera de lugar por innecesaria. Si ya puede ser un tanto pretencioso asociar la complejidad de Nietzsche a una serie de fotografías que perfectamente podrían justificarse por sí mismas, ¿de verdad hay que recurrir además a la "antitopología" (!) para dar un por qué a la fotografía de suburbios?
Pensaba que en la web habría más y mejores explicaciones -ya que considera necesario darlas- pero todo es más de lo mismo y la mayor parte de los textos podrían utilizarse indistintamente en cualquiera de los proyectos: lo de "
nos sitúa delante de lo cotidiano haciéndonos reflexionar sobre nuestra propia condición. Estas imágenes nos invitan a disfrutar en una primera mirada, luego el espectador se sentirá sumergido en una especie de interés inquietante" es de
Alrededor del sueño: el Vaticano, pero de puro tópica también podría valer para otras. La diferencia con los textos (de Parr, Fontcuberta y otros), claros, precisos y sin abalorios, que acompañan las series de
Txema Salvans es abismal, quizás porque en Salvans, ya desde el nombre mismo de la serie y la visión de la primera foto nos introducen en el tema propuesto sin necesidad de que nadie explique nada a priori. Por ello los textos, si se leen, se agradecen por mostrarnos una opinión valiosa de alguien, en vez de decirnos lo que debemos ver en ellas.
Desde luego que la cháchara que acompaña habitualmente a las exposiciones fotográficas merecería por sí misma un análisis. Hace algunos días encontré una
reseña periodística de la exposición
American People. Fotografía documental americana, reseña, como es lógico, más extensa y detallada que
la mía de hace unos meses, pero me sorprendió la banalidad del comentario de la responsable de la colección: "
Cada una de estas fotografías son como ventanas a las que nos asomamos para ver lo que sucedió en otro tiempo y otro espacio". Caramba, ¿no lo son todas?
