Estafanía ronda los 93 años, sus ojos verdes y serenos son un libro abierto de la vida. Pausadamente me ha enseñado las ruinas de su pueblo, me ha enseñado lo que queda de la cárcel y de otros caserones muy decrépitos y a la vez ha posado con la misma serenidad con la que ve las cosas a través de sus ojos.
El retrato es bueno, pero opino que habría que darle una vuelta a ese procesado. La ventana,,es como si hubieses querido dar detalle ahí forzando. Y el rostro ha quedado muy gris,,muy apagado. Un saludo.