Desembalado el paquete de la EM1 Mark II, se nota que ya ha sido desvirgado anteriormente. Revisado el contenido compruebo que no falta nada. El flash no se ha desprecintado, parece.
Pongo la batería y, sorpresa, la cámara no responde. Sudores fríos. El ambiente se vuelve gélido. Mi mujer me nota más taciturno que de costumbre

. Yo no suelto palabra.
Pongo a cargar la batería. Al cabo de un rato vuelvo para ver cómo va y otra sorpresa: El cargador parpadea intermitentemente. Como en el manual por escrito no pone nada, leo los manuales de mis otras cámaras OMD: exactamente, el parpadeo naranja significa error de carga y, posiblemente, batería defectuosa.
Me hago a la idea de que tal vez sea mejor así, que devuelvo la cámara (que no necesito) y casi que consigo una cierta paz interior. Solo por ver si falta algo en la caja, me bajo el manual de la cámara, y compruebo que, efectivamente, no me falta nada. Y, una precaución elemental, veo lo del cargador y la batería: ¡Vaya! a estos de Olympus se les ha ocurrido que la indicación de carga sea la que en las demás OMD significa batería defectuosa

.
Total, que ahí tengo la batería cargándose, y no sé si llegaremos a buen puerto con esta compra. Solo falta que se recupere (cargue) la batería y comprobar el número de disparos. Después decidiré.