Mazao escribió:Manolo, entonces después de todos esos cuidados ¿se te ha jeringado el sensor?
El único sensor que he fastidiado en mi vida fue el de una NEX-5 que, siguiendo un nefasto consejo de un colega, froté con saña con bastoncillos de algodón (se me habían terminado las escobillas) y toallitas de isopropílico de Mercadona (muy eficaces para desinfectar las manos pero una auténtica mierda para limpiar sensores). Se ve que eso rayó/derritió el recubrimiento.
No hay que estar obsesionado limpiando. Si no se cambia mucho de objetivo en lugares con viento, polvo, polen, etc. es difícil que se ensucie mucho el sensor. En caso de un día por el árido y polvoriento desierto cambiando de objetivos, lo mejor es soplar por la noche, o pasar un pincel cargado electrostáticamente. Eso quita la roña gruesa y el polvo y evita lo peor: que la roña se tueste en las siguientes exposiciones (especialmente si son largas, ya que el sensor se calienta mucho).
Cada varios meses (no todos los días), si algo se ha tostado o pegado, se limpia con Eclipse y se queda nuevo. Yo hago eso con todas las cámaras Nikon y Pentax y a ninguna le ha pasado nada. Pero no hay que estar obsesionado ni limpiando todos los días, un poco de cuidado al cambiar objetivos es todo lo que hay que tener.
La NEX que tengo ahora desde hace un año, no he tenido que limpiarla con líquido nunca, la uso todos los días, hago muchas fotos nocturnas de 10 minutos de exposición en sitios polvorientos y cambio de objetivos continuamente. Si la roña no la dejas mucho tiempo dentro con soplar o pasar un pincel suele sobrar.
Si solo hay una mota o dos que no se van soplando es mejor aprender a convivir con ellas y con los pinceles correctores de Potochó que limpiar histérica y continuamente. La asepsia excesiva nunca ha sido buena para nada.
Cuando haya varias motas gordas que sean de polen o sustancias que se puedan derretir y pegar se da le un golpe de Eclipse y a funcionar.
Es bastante más simple de lo que parece, pero no hay que hacer el bestia con palillos de algodón (suelen soltar montones de pelo que se incrustan y agarran por los bordes del sensor que luego resulta un coñazo quitar) ni con líquidos extraños de farmacia o droguería, que son mucho más impuros que el Eclipse.
Otra cosa infame y que se recomienda incluso en sitios tan prestigiosos como Luminous Landscape son las botellitas de aire comprimido para soplar. Mierda pura. El aire, al descomprimirse rápidamente se enfría muchísimo y condensa la humedad ambiente, proyectando miles de gotitas sobre el sensor, que mezcladas con el polvo hace que éste se pegue y sea una pesadez de eliminar.